La inestabilidad del hombro tiene relación con la pérdida de la relación entre la escápula y el hombro. Debe ser tratada por un especialista en hombro, dado que, la cabeza del húmero se sale de la cavidad glenoidea que viene siendo la zona de la escápula con la que se puede articular. Este tipo de lesión puede abarcar desde una subluxación o sensación de que el hombro se puede salir, hasta la luxación completa de este. Lo que puede generar dolor intenso.
Una secuela que puede provocar luxaciones traumáticas en esta zona del cuerpo, es la posibilidad de que estos episodios se repitan en varias ocasiones, incluso sin necesidad de que exista un traumatismo importante. Lo que se puede denominar como inestabilidad recidivante o luxación recidivante de hombro.
¿Cuáles son sus causas?
Dentro de las causas más comunes que provocan esta afección, se encuentran los eventos traumáticos como golpes directos, caídas o torsiones bruscas, que en gran parte de las ocasiones son generadas por la práctica deportiva. Sin embargo, existen casos donde se pueden presentar como resultados de una holgura progresiva de la articulación que puede surgir debido a movimientos forzados repetidamente y mantenidos durante largos periodos de tiempo.
Cuando se padece de inestabilidad de repetición se tienen a presentar estas lesiones:
- Lesión del labrum glenoideo conocida como lesión de Bankart. En este caso, el labrum hace referencia a la estructura en la que se insertan la cápsula y los ligamentos que unen la escápula al húmero. La lesión puede provocar un arrancamiento del labrum de su respectiva inserción en el hueso, dado que, queda suelto y los ligamentos no llegan a funcionar de manera correcta.
- Fractura hundimiento de la parte posterolateral del húmero, conocida como lesión de Hill-Sachs surge cuando el hombro se luxa de forma completa y la cabeza humeral sufre un hundimiento en el área donde se llega a encajar.
¿Quiénes la padecen?
Las luxaciones traumáticas de hombro se presentan regularmente en personas jóvenes dedicadas a las prácticas deportivas, especialmente, en la 2ª década de la vida y comúnmente en varones, en la 6ª década. Asimismo, existe un pico de incidencia con respecto a las caídas con apoyo sobre el brazo, en este caso, es común la asociación con roturas traumáticas del manguito rotador.
¿Cuáles son sus síntomas?
Las subluxaciones pueden provocar una sensación de salida parcial de la cabeza humeral con recolocación de la misma. Es una sensación desagradable y puede ocasionar molestias, incluso, se puede llegar a sentir que el brazo queda muerto. Si la lesión es completa, entonces, el dolor puede ser más intenso, quedando una deformidad notable en el hombro con imposibilidad para su correcta movilidad.
¿Cómo se diagnostica según especialista en hombro?
Cuando se habla de luxación de hombro tratamiento, el diagnóstico es evidente y se puede confirmar con una radiografía que puede demostrar una pérdida de la relación normal de la escápula y la cabeza humeral. Ya que se haya reducido, conviene optar por otra radiografía que compruebe que el hombro se encuentra en su sitio.
Luego, se tiende a realizar una resonancia magnética que ayuda a determinar el grado de lesiones óseas y de partes blandas. Usualmente, la resonancia permite observar lesiones típicas como las anteriormente mencionadas (la lesión de Bankart y la lesión de Hill-Sachs).
¿Cómo se trata la inestabilidad del hombro?
Al padecer de una luxación aguda, la reducción urgente es el tratamiento inicial, usualmente, tras un primer episodio de inestabilidad, el tratamiento es conservador. Es decir, se usa un inmovilizador (cabestrillo) durante 3 semanas y luego se aplica un tratamiento rehabilitador destinado a recuperar la movilidad.
En aquellos casos, donde los episodios de luxación se repiten en el tiempo, luego de una correcta evaluación por parte de un experto en cirugía articular de hombro y rodilla, se puede considerar una cirugía artroscópica, con el fin de reparar las estructuras dañadas que devuelva la estabilidad a esta zona del cuerpo.
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