Especialista en rodilla. - HYRS

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Especialista en rodilla.

El dolor crónico de la osteoartritis que es manejado con medidas farmacológicas y no farmacológicas, en ocasiones produce resultados poco significativos pero además demasiados efectos adversos. El reemplazo articular, es decir la colocación de una prótesis por parte del especialista en rodilla, es una respuesta efectiva para la calidad de vida y el dolor en los pacientes con enfermedad avanzada, sin embargo en ocasiones el paciente no es candidato a un reemplazo articular. Para estos casos se ha desarrollado recientemente una nueva opción: la rizolisis por radiofrecuencia, el cual es uno de los procedimientos recomendados habitualmente desde las unidades del dolor para mejorar a medio y largo plazo el dolor.

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Consiste en la colocación de electrodos en sitios específicos, los cuales son localizados mediante ultrasonido, una vez colocados los electrodos en sitios específicos procedemos a desactivar los nervios que se encargan de transmitir el dolor, y posteriormente se retiran los electrodos, de manera que el paciente puede salir sin dolor al terminar el procedimiento. El progreso de la enfermedad no se modifica, sin embargo se modifican los síntomas, es decir el dolor desaparece.

La rizolisis también funciona en los casos postquirúrgicos, en donde el dolor continúa, ya sea posterior a la colocación de una prótesis o posterior a alguna cirugía. El tratamiento es completamente ambulatorio, se realiza en el gabinete de ultrasonido, el dolor es prácticamente mínimo, y no se requiere preparación especial por parte del paciente. Resulta una alternativa eficaz y mínimamente invasiva para evitar el dolor, dejando de lado analgésicos con diversos efectos adversos; con este tratamiento, mejorará su calidad de vida a través de esta opción que es ideal para disminuir las molestias de la Osteoartritis

Si el tratamiento más adecuado es la  cirugía, ya sea el reemplazo articular o la artroscopia, es decir la cirugía de mínima invasión, nuestra especialista en rodilla, le indicara el protocolo a seguir, se requiere la valoración previa del paciente, la primera visita es con los especialistas en rodilla, se toma en cuenta los aspectos relevantes en la vida diaria del paciente así como signos y síntomas. Se determina el tipo de cirugía más adecuada, si el paciente es mayor de 50 años, se requiere la valoración previa de un médico internista, quien solicitará el protocolo de estudio pre-quirúrgico, entre los cuales se encuentran exámenes de sangre y radiografías, entonces él nos dará las indicaciones o los cuidados que tengamos que tener previo al evento quirúrgico, durante y posterior a este.

Para los casos de artroscopia, continúa de la siguiente manera: es importante que se ingrese al menos unas horas antes del evento quirúrgico, posterior a esto, pasará a la sala de quirófano, en donde nuestro experto anestesiólogo, le propondrá un plan de anestesia adecuado.

Se procede a realizar la colocación del paciente en posición, y se lava la extremidad a la que se le realizará el procedimiento. Continuamos con la colocación del equipo, y se realizan a los lados de la rodilla dos pequeñas incisiones de aproximadamente 0.5 cm de longitud; a través de esos orificios se coloca una cámara para poder visualizar el interior de la articulación, la cámara tiene además un sistema que envía agua de manera constante para no golpear los tejidos y provocar que estos sangren; en la otra incisión se introducen las herramientas con las que se van a trabajar, ya sea un rasurador o diversas pinzas, que nos permitan poder arreglar la estructura que se encuentra dañada; cuando es posible, se repara el menisco, con una sutura especial que ayuda a que el menisco se mantenga en su lugar y pueda cicatrizar.

Otro procedimiento que nuestra especialista en rodilla puede hacer por artroscopia, es el reemplazo del ligamento cruzado anterior; entre las opciones que existen están la toma de injerto del propio paciente como lo es el ligamento de los isquiotibiales, o pueden tomarse también injertos cadavéricos, según se requiera.

Cuando existe ruptura del ligamento cruzado anterior, el tratamiento consiste en hacer un reemplazo del mismo, la técnica que utilizamos es el la del propio cuerpo,  y se recomienda la utilización de plasma rico en plaquetas para lograr integrar el ligamento transplantado y disminuir los días de rehabilitación. El paciente se encuentra caminando desde el día siguiente del procedimiento quirúrgico, y puede deambular dentro de su domicilio; los primeros días se lleva a su casa el movilizador pasivo de rodilla, que se encarga de realizar la flexión y extensión de la rodilla para evitar contracturas musculares, la crioterapia se encarga de mantener el dolor controlado; a los diez días es posible retirar los puntos.

En ocasiones, el cartílago que se encuentra recubriendo las partes del hueso que entran en contacto uno con otro, se lesionan, provocando lesiones condrales que podemos entenderlas como baches que existen en la superficie articular. Estos baches provocan mucho dolor, el cual no remite con otros tratamientos y según el grado de gravedad, es posible repararlo mediante la colocación de autoinjerto de cartílago; se toma de lugares que no son de carga, y se trasplanta a lugares que se encuentran en apoyo, la colocación de plasma rico en plaquetas “Endoret”, es recomendada para lograr la mejor integración del tejido, ya sea el cartílago o el ligamento cruzado anterior.

Las fracturas de la superficie articular de la tibia, deben ser tratadas igualmente con artroscopia, además de la osteosíntesis que deba de realizarse, es decir tratar de restituir anatomía normal de la rodilla. En ocasiones el daño articular es demasiado, y el principal dañado es el menisco, por lo que se está implementando el trasplante cadavérico de menisco, con excelentes resultados hasta el momento.

Así que si sufrió alguna lesión en la rodilla, se recomienda la revisión artroscópica para poder dar mejores resultados.

Al terminar la cirugía, deberá permanecer unas horas en el área de recuperación, hasta que pueda percibir sus piernas nuevamente, poder orinar así como tolerar alimentos. Seguidamente podrá irse a su casa a iniciar su proceso de rehabilitación, o si lo prefiere, puede permanecer al menos una noche en el hospital. En general el procedimiento se considera ambulatorio, por lo que no existe contraindicación para irse después de una artroscopia, solo se recomienda en los casos de reemplazo de ligamento cruzado anterior o en trasplante meniscal, la permanencia en el hospital de al menos una noche para manejo del dolor.

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Sin embargo, al salir de quirófano el paciente tiene un movilizador pasivo de rodilla, que es un aparato que se encarga de la flexión y extensión de la rodilla, sin que el paciente lo haga de manera voluntaria, haciendo esfuerzo. Esto nos ayuda a que no exista contractura muscular, disminuyendo el dolor; de igual forma se coloca una crioterapia, que es un recipiente como una nevera, que envía de manera constante agua fría a la rodilla del paciente, para evitar dolor e inflamación, disminuyendo la ingesta de analgésicos, y haciendo posible la movilización temprana y la reincorporación a sus actividades lo mas pronto posible.

El paciente está caminando desde el día siguiente del procedimiento, salvo algunas excepciones, en donde el apoyo es parcial o con ayuda de andadera. De cualquier forma, al menos la movilización pasiva sin apoyo ocurre en todos los casos; inmediatamente al día siguiente o si es posible por la tarde después de su cirugía, se tiene tiene que  iniciar la fisioterapia, o rehabilitación, para poder tener buenos resultados, y puede acudir el fisioterapeuta a su consultorio o trasladar al paciente a la clínica.

El médico rehabilitador, en conjunto con la especialista en rodilla, decidirán el mejor programa de rehabilitación que se adapte al paciente, a sus expectativas y al tipo de procedimiento que se realizó; por lo general, los primeros días está encaminada al control del dolor, por lo que se maneja en un principio la terapia analgésica y antiinflamatoria, al pasar los días, se inicia con fortalecimiento muscular, y mejora de los arcos de movilidad, dependiendo del procedimiento que se haya realizar. La duración de la rehabilitación y la intensidad, depende de los mismos factores antes mencionados.

Se realizará el retiro de puntos aproximadamente en diez días, si existe una adecuada cicatrización, de cualquier forma durante la fisioterapia se utilizan técnicas que nos ayudan a la rápida cicatrización.

Para poder tener un diagnóstico certero y planeación quirúrgica, es importante que se realicen los estudios de laboratorio pertinentes, como son las radiografías, ultrasonidos o resonancia si es el caso; en cuanto a la interpretación, se recomienda que sea hecha por un radiólogo especialista en musculo-esquelético para tener mayor detalle de las lesiones.

La planeación quirúrgica es fundamental, se recomienda entrar a operar con un plan, y asegurarse de contar con los materiales que serán necesarios para el procedimiento.

Recuerda que el dolor no es normal, acude al especialista en rodilla para valorar esa lesión. En ocasiones el dolor es producido únicamente por la mala postura o una inadecuada técnica en el deporte. Permítenos ayudarte, es normal tener temor a un procedimiento, aunque este sea de mínima invasión, sin embargo recuerda que en todo momento te encuentras vigilado por nuestros especialistas, manteniendo los márgenes de seguridad y estándares adecuados.

Anímate a mejorar tu calidad de vida, agenda tu cita al 9992256025, recuerda que: ¡El movimiento es vida!