Los traumatólogos en Mérida coinciden en que la osteoporosis es una enfermedad que va en aumento, una conclusión que es respaldada por numerosas investigaciones que también indican que esta patología ósea tiene una incidencia significativa en pacientes postmenopáusicas; pero, ¿Qué es esta condición y por qué se produce en esa etapa de la vida? Entre los 45 y los 55 años de edad, el cuerpo de la mujer sufre una revolución hormonal, dejando de menstruar definitivamente, y es cuando aparece un riesgo aun mayor de sufrir osteoporosis, porque los huesos pierden densidad, como consecuencia del descenso en los niveles de estrógeno.
Los expertos en traumatología en Mérida estiman que, durante los 5 años posteriores a la menopausia, las mujeres suelen perder hasta un 10% de masa ósea. La mejor manera de evitar esta degeneración de los huesos es llevando una dieta rica en calcio y haciendo ejercicio con regularidad; además, es aconsejable que estos hábitos vayan de la mano con un cambio en el estilo de vida, sobre todo si ustedes han tenido la costumbre de fumar o ingerir alcohol con asiduidad.
Por lo general, entre los 25 y los 30 años edad, el esqueleto humano deja de crecer y los huesos se vuelven mucho más gruesos y fuertes, lo que significa que han alcanzado la madurez ósea. La hormona femenina conocida como estrógeno, que tiene una importante función sexual, también desempeña un rol fundamental en el mantenimiento de la densidad de los huesos. A los 50 años, aproximadamente, los niveles de estrógeno descienden, a la par de la pérdida del sangrado o la desaparición de la menstruación.
La mejor manera de diagnosticar la osteoporosis postmenopáusica es a través de una técnica de rayos X conocida como absorciometría dual, la cual consiste en tomar una medida del espesor óseo en la región lumbar o en la parte superior de la cadera. Los resultados de este estudio se suelen comparar con los obtenidos en otros análisis. Cuando una persona tiene osteoporosis, la densidad de sus huesos es menor de 2,5.
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