Para que los mejores traumatólogos en México comiencen a tratar la fractura de rodilla, se realizan pruebas de la anatomía y biomecánica de la lesión, luego se estudian las opciones, en cuanto a tratamientos posibles y los procedimientos para cada una. La elección será determinada, según el tipo de fractura que se haya presentado en el paciente y las características observadas en ella durante las pruebas realizadas.
En caso de sufrir una fractura que no esté desplazada, es posible que se proceda con un tratamiento conservador. Por otro lado, un tratamiento quirúrgico es considerado en situaciones donde se haya visto afectado el aparato extensor, como puede ser cuadricipital, cuádriceps, tendón rotuliano, presentando más de 3 mm de desplazamiento o que existan fracturas osteocondrales.
Los objetivos más importantes que se tienen en estos casos, son el poder restablecer la línea del aparato extensor de la rodilla, así como, conservar la funcionalidad de la rótula y preservar el porcentaje máximo posible de la rótula. Todo ello permitiendo una excelente alineación de las partes, una estructura que ofrezca la movilización temprana y minimizando los efectos que pudiesen tener las complicaciones en las articulaciones.
El procedimiento quirúrgico consiste comúnmente en hacer la incisión en la longitud de la cara anterior de la parte lesionada, con el fin de visualizar de mejor forma la rótula, la articulación y el aparato extensor proximal de ser posible. Por otro lado, si el caso se trata de que la incongruencia articular o desplazamiento se ubican en una posición sobre los criterios mínimos expuestos con anterioridad, se realizan tratamientos específicos.
Material biodegradable y reabsorbible
Se llega a usar en casos donde se presentan fracturas osteocondrales, el beneficio de utilizar este material es que no requiere nuevamente de una cirugía para extraer el material. Pese a esto, es conveniente conocer sus detalles y recibir atención especializada por parte de los mejores traumatólogos en Mérida. Este material biodegradable irá periódicamente perdiendo su resistencia, con las agujas de ácido poliglicólico (PGA) después de las 2 semanas.
Cerclajes con alambres
En situaciones con fracturas transversales de rótula, este llega a ser una técnica excelente. Se trata de aplicar bandas de tensión que provocan que se alteren las fuerzas de presión y tracción en vertical de la articulación en fuerzas de concentración, a través de las cuales se permite que la rótula se mantenga estable y fija, al igual que los huesos.
Durante las últimas investigaciones sobre este tema, se ha observado si hay diferencias entre la posición de las bandas en horizontal o vertical, pudiéndose notar que, en las etapas iniciales, al hacer un cerclaje en ocho en forma horizontal se obtienen mucho mejores resultados que al proceder verticalmente. Sin embargo, se observa que a largo plazo estas 2 técnicas dan el mismo resultado.
Osteosíntesis con tornillos canulados
Este tratamiento está determinado para fracturas longitudinales o transversales sin conminución grave que se presentan en personas que poseen una buena calidad ósea. Existen muchas investigaciones que afirman que los tornillos interfragmentarios, se deben acoplar con los cerclajes distractores en las bandas de tensión citadas anteriormente. Esto trae como resultado una gran mejoría en la firmeza de la fractura en comparación con el uso por separado de alguna de estas técnicas.
Al presentarse un caso con conminución severa, los procedimientos quirúrgicos considerados por los mejores traumatólogos en México podrían llegar a ser tales como:
Patelectomía total
Al no disponer de ningún fragmento estable que pueda soportar las presiones a las cuales va a ser expuesto por el aparato extensor, se tiene que hacer la extracción total de los huesos de la rótula, juntando y estirando los tendones cuadricipital y rotuliano hasta poder formarlos en un tendón único.
Sin embargo, la gran desventaja de este tratamiento quirúrgico, es la pérdida de la mecánica que tiene la rótula, al actuar de brazo de palanca, por ello, durante el tiempo de rehabilitación es importante alcanzar de 15 a 30% más fuerza del aparato extensor. Logrando de esta manera, obtener una extensión completa. Es por esto que, en algunas situaciones se practica una osteotomía de avance en la tuberosidad tibial para de alguna manera nivelar esa carencia en la mecánica.
Patelectomía parcial
Este método es considerado por un especialista en rodilla en pacientes donde es imposible hacer una osteosíntesis, debido al nivel de conminución de la fractura. Sin embargo, al encontrarse un fragmento de gran tamaño anclado al aparato extensor, la intención es mantenerlo, procediendo con una sutura transósea en la parte proximal o distal de dicho fragmento.
Todo esto, siempre y cuando por el otro extremo sea al tendón cuadricipital o rotuliano, contará con la protección de un cerclaje de soporte que va desde la parte superior de la rótula hasta la tuberosidad tibial anterior. En este caso, se debe presionar hacia un ángulo de 90º al flexionamiento de la rodilla, de esta manera se podrán prevenir problemas en el futuro.
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