Los deportistas son quienes más expuestos a lesiones en los huesos. Estas lesiones dependen, muchas veces, del deporte que practican; es decir, un nadador profesional difícilmente tendrá traumas similares a un futbolista. Por eso, los ortopedistas en Mérida asociamos algunas a un deporte en específico.
En el siguiente artículo, repasamos las lesiones más comunes en los beisbolistas. Cabe resaltar que cualquier persona puede llegar a tener un traumatismo similar, de ahí que también compartiremos cuáles son las soluciones más habituales.
Ruptura del manguito rotador
El manguito rotador tiene la función de estabilizar y controlar el movimiento de su hombro. El béisbol requiere que lancemos la pelota una y otra vez, acción que ejerce mucha presión sobre los músculos y los tendones que forman el manguito rotador.
Por eso, es muy común que, durante este deporte, algún jugador sufra de un desgarre del manguito. Si bien es más habitual en los lanzadores, cualquier jugador corre el mismo riesgo de sufrir esta lesión.
Los desgarros pequeños del manguito pueden causar un dolor significativo en el hombro o el mismo, lo que dificulta lanzar una pelota correctamente. En el caso de un desgarro más extremo, puede llegar a provocar una inmovilidad y dolor intenso, esto se traduce en que no podrán jugar durante una larga temporada.
Debido a esto, los ortopedistas en Mérida recomiendan que se trate el desgarro a tiempo. En el caso de sufrir dolor en el hombro, siempre acudan al médico para asegurarse que todo está en orden.
El tratamiento para esta lesión es una cirugía. El tipo de cirugía dependerá de la gravedad del desgarro. Asimismo, el tiempo de recuperación de cualquiera de estos procedimientos puede llevar más de 6 semanas.
Desgarro de labrum
El Labrum es la capa delgada de cartílago que cubre la cavidad del hombro. Su desgarro es una de las lesiones más comunes de los beisbolistas. Esta es otra lesión que se produce al lanzar repetidamente una pelota. Por eso, los lanzadores son los que corren mayor riesgo de sufrirla.
Los desgarros menores del labrum no suelen causar demasiadas molestias. Por otra parte, los desgarros más graves sí pueden provocar dolor en el hombro, hinchazón, inestabilidad y dificultad para lanzar la pelota.
La manera en que el especialista en hombro tratará el desgarro dependerá de su gravedad, por ejemplo, los desgarros menores suelen corregirse por sí solos con mucho descanso y antiinflamatorios. En el caso de desgarros más importantes, existen procedimientos quirúrgicos para su reparación. Algunos de ellos consisten en volver a unir el labrum desgarrado al hueso y otros se encargan de extirpar el tejido dañado. Su recuperación es de tiempo prolongado.
Codo de lanzador
La epicondilitis medial, o mejor conocida como el codo de lanzador, ocurre cuando se dañan los tendones que conectan la muñeca con la palma. Esta lesión sucede cuando los jugadores flexionan y extienden repetidamente el antebrazo, es decir, la acción de lanzar la pelota de béisbol. Esta condición se presenta en forma de dolor localizado en la parte interna del codo y el antebrazo.
Habitualmente, el codo de lanzador se soluciona con reposo y antiinflamatorio. Pero, como en las lesiones mencionadas anteriormente, los casos más graves pueden requerir tratamientos más sofisticados por los ortopedistas en Mérida.
Esguinces del ligamento colateral cubital
El ligamento colateral cubital se encuentra en la parte interna del codo. Su función es proporcionar estabilidad, especialmente al lanzar una pelota de béisbol. Los desgarros de este ligamento son una de las lesiones más comunes que afectan a los lanzadores.
El tratamiento de esta lesión requiere una reconstrucción quirúrgica. En este caso, también los desgarros menores requieren de un tratamiento sofisticado, pues es muy difícil que se solucionen por sí solos. La recuperación de la cirugía es extensa, algunos tardan 2 años en volver a su máximo rendimiento.
Lesiones de mano y muñeca
Aunque no se considera al béisbol como un deporte de alto contacto, las muñecas y manos son propensas a los impactos que pueden causar lesiones, como dislocaciones, esguinces, hematomas y más. El dolor de mano y muñeca asociado a estas lesiones puede pasar de leve a severo.
Muchas de este tipo de lesiones pueden curarse con el descanso, pero, aun así, se recomienda buscar la ayuda de un profesional, especialmente si no consiguen aliviar el dolor con descanso y antiinflamatorios.
Agenden su consulta con la mejor traumatóloga en Mérida, la Dra. Silvia Pérez Acal. Comunícate a través del teléfono 9992-25-60-25 o bien reserven una consulta en Doctoralia. Para más información, escríbannos un correo a hombroyrodillasureste@gmail.com.